dimecres, 17 de gener del 2018

Nos despertábamos

Nos despertábamos
y todo quedaba en el temblor del pasado
que decía "¿por qué hoy no?"
Y nos dábamos golpes dentro de la cama
y fuera, porque ya qué más daba.
Nos faltaba ese humo,
esas penas para recordarnos que aun nos queda.
Tiempo recortado, para sobrevivir a las deudas
porque a veces no llegas.
A tiempo de salvarte y decirle al olvido
que la nostalgia también ha vuelto a casa por Navidad.
Porque no son los días los que nos mueven
ni las lunas, ya te lo dije.
En realidad es mucho más complejo
y a veces es tan sencillo
como hablarle de ti
(sí, otra vez, al olvido).
Y era entonces cuando me daba cuenta
que la valentía se medía por besos dados
y corazones abiertos.
Porque si no es así
el pasado nos come,
nos quema,
nos odia.
Pero entonces pasaba
que no teníamos muy claro si eso era amor,
porque en teoría sana
y a la práctica a veces sangra.
Es difícil pensar que vivimos heridos
pero peor es pensar que vivimos muertos.

dijous, 4 de gener del 2018

No es por nada

No es por nada
y es por todo.
Por todo lo que callamos
cuando nadie nos escucha.
Por todo lo que decimos
con las manos sinceras
en cuerpos ajenos.
Por esas noches,
que acaban en viernes
de latas y pelis
y esos reproches
que acabo de verte
y ya eres tinta
y yo te espero.
Por todo y nada.
Por lo que buscamos
en ese todo que quiso ser nuestro.
Y ya no hay nada.
Ni tus noches en mis nalgas,
ni reproches en tu espalda,
ni contarte al oído que la lluvia me salva.
Ya no queda nada,
nada
de esa búsqueda de libertad
en tus ganas.

dilluns, 27 de novembre del 2017

Lunes

Te vi.
Creo que era lunes
pero no lo fue.
Tan absurdo, tan fácil que me supo a poco,
como la luna, algunas noches.
Y es que de lunes a lunas, ya me contarás... Un precipicio.
Pero yo solo me acuerdo
de esa noche de jueves,
que nos olvidamos de invitarnos
a las cervezas que nos debíamos
y ahora ya no nos debemos, nada.
Porque ese día ya no era lunes y tampoco lo fue.
Pero sí había lunas (crecientes)
y creo que no es necesario que te diga dónde.
Aunque se escondieran entonces 
e iluminaran a veces.
Pero ahora quiero que salgan, otra vez,
aunque sea lunes.
Porque de lunas a lunes, ya me contarás: un precipicio.

dimecres, 1 de novembre del 2017

Con los ojos cerrados

A veces se nos iba de las manos,
eso de sentir tanto
con los ojos cerrados.
Y en realidad era poco lo que conocíamos:
tres o cuatro milésimas de segundo,
en que nos comíamos, el mundo,
dos precipicios
y un llanto desesperado.
Eso sí, ninguna canción de amor.
Totalmente contraproduente.
Ahora ya no es necesario ni buscarla,
ahora parece que todas nos pertenecen.
Aunque se escondan en esa playlist abandonada,
detrás de los cascos en días lluviosos
o dentro de las bolas de las discotecas enlatadas.
Todas terminan con ese silencio extraño.
Ese eco guardado detrás de las pestañas en un día raro.
Y es que a veces se nos iba de las manos,
eso de sentir tanto
con los ojos cerrados.

dijous, 26 d’octubre del 2017

Quedarse

Por como decimos llevadero
cuando no hay ni raíces que nos lleven
a conocernos por dentro.
Claro, misterios.
Más bien, incendios.
No hay suficiente lluvia
que nos olvide ser.
Ni nadie que pueda,
condenarnos a desaparecer.
Dentro, llave.
Fuera, llueve.
Quédate contigo
y el mundo a la mierda.
Es vulgar, pero quedarse
es más de lo que esperas.


dimarts, 26 de setembre del 2017

Luna nueva

Pensaba que los miedos
se iban cuando te encontrabas
y podías hablarte.
Pero era cuando más presentes estaban
y sobraba la rabia,
la mentira,
las palabras en cada esquina.
Todo. Nada.
Aún me acuerdo de recitarte
cada noche de luna nueva,
decías que se veían más las estrellas.
Y tenías razón,
que el tiempo corría
pero éramos nosotros que no lo parábamos,
era el viento en la cara quien no nos dejaba,
y sin quejarnos respirábamos acelerados
como si no hubiera otra forma de hacerlo.
Al final no sé qué me aterraba más:
si seguir soñándote
o contar 28 días de espera,
para que lo primero no fuera necesario,
para que lo primero ya no valiera la pena.

diumenge, 24 de setembre del 2017

Maleta de mà

Vull perdre'm en un aeroport
per revolcar-me un altre cop
en la nostàlgia dels ulls
que demanen que no marxis,
que encara (ens) tenim molt a dir.
Per amagar la por al cor
i canviar-la per emoció al pit.
Per després desparèixer durant el trajecte,
com qui no sap si marxar o quedar-se.
I trobar-nos un cop més
canviant avions per mirades
i abraçades per raons.
Que la sort no es busca, es troba,
i no tinc clar si un cop trobats
tornarem a perdre'ns
en un aeroport,
per suplicar-nos un altre cop
que la nostàlgia
voli en una maleta
que no sigui la nostra.