dimarts, 9 d’agost del 2016

Otoños perennes

Tus historias explican
más de mí que las mías.
Me reflejo en tus ojos
llenos de otoños,
en que todo lo echado de menos
era invertido en hechos.
Aunque hablar por hablar
no es ahora tampoco nuestro sino.
Sino nuestras ganas de sonrojarnos
al contarnos historias que hablan
más de nosotros que las propias.

Porque con otoños así, ¿quién teme al invierno?
Porque con ojos así, ya no temo al olvido.